Concurso de escritura improvisada.

Era un la especie de concurso de escritores aficionados. Tenían 5 minutos para escribir algo decente. El ganador se ganaría el derecho de vender en la biblioteca de la ciudad su libro. 

Preparados? Ahora!

"Joder, ahora que hago? -pensó el concursante número 2- No se me ocurre una pasada! Joder tío, si arruino esta estaré muy jodido y Mary seguro... Alto, alto, estúpido. El tiempo corre! Escribe algo..."

El escritor empezó a escribir. 

-Joder tío. No se me ocurre nada. No debí haberme embriagado ayer -dijo para sí mismo el guapo escritor número 2. 

-Joder muchacho, si arruinas esto te olvidas de seguir siendo mi hijo favorito- le dijo la voz de su padre. 

-Yo nunca sería novia de un fracasado -le dijo Mary-. A mi me gustan llos Abogados, como José. 

-Hijo de puta -murmuro el escritor que se dio cuenta que su diálogo mental lo había distraído para escribir algo. Y el reloj ya llevaba tres minutos. 

-Ya se! Voy a escribir acerca del diálogo mental que tiene un escritor estresado en un concurso de escritura a cinco minutos...

El hijo de puta gano. Pero de cualquier forma no vendió muchos libros. Después de todo un escritor no nace, se hace y yo lo estoy haciendo.